Sospecha by Francis Iles

autor:Francis Iles [Iles, Francis]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 1932-01-01T00:00:00+00:00

3

Lina se vio con toda claridad como la amante de Ronald.

Pasó la mayor parte de la noche imaginándoselo.

Este era el amante que Joyce le había aconsejado tan encarecidamente que consiguiera. Se había imaginado en sus brazos, entre besos, y en la cama con él. El resultado la sorprendió y la horrorizó al mismo tiempo. Sabía lo mucho que él la atraía y que era el único hombre, aparte de Johnnie, que la había atraído físicamente. De lo que no se había dado cuenta antes era de que lo deseaba intensamente.

¡Desear a un hombre al que solo conoces desde hace veinticuatro horas! A pesar de la vida que había llevado con Johnnie, Lina seguía siendo lo bastante anticuada como para considerarlo inquietante.

Se preguntó si el ejemplo moral de Johnnie la había vulgarizado.

Le pareció bastante depravado que, estando sola en la cama, quisiera tener un hombre a su lado; y un hombre al que había conocido hacía tan poco tiempo… A quien, de hecho, ni siquiera conocía. Y que, además, no amaba.

¡Y Johnnie le había dicho que no la habría tocado ni con un palo!

No es que siguiera amando a Johnnie.

Ahora lo odiaba… lo odiaba con amargura, rabia y sed de venganza. Podía haber sido como su hijo, pero ahora era un demonio matricida.

No, Johnnie no se interpondría en su camino si al final decidía convertir a Ronald en su amante. Sin embargo, no lo haría todavía. Ronald, que tan buena opinión tenía de ella, no debía pensar que ella era alguien fácil de conseguir. De alguna manera, no había prestado atención a ese admirable precepto antes de comprometerse con Johnnie. ¡Y mira el resultado!

Se hallaba tumbada en la cama, mirando al techo, pensando preocupada si en algún momento tendría a Ronald como amante o no.

Sus pensamientos se dirigieron a Janet, que se había enfrentado al mismo problema y había decidido hacerlo.

No sentía rencor hacia Janet. El rencor que podría haber sentido hacia ella se había sumado al total de Johnnie. Janet debía de haber sufrido mucho antes de decidirse, y aún más después. Lina solo podía sentir pena por ella.

A diferencia de la mayoría de las mujeres, Janet no era hipócrita. Por eso a Lina le había caído bien desde el principio. El papel de hipócrita tenía que haberle parecido horrible. Pero se habría sentido impotente. Uno se siente impotente cuando ama a alguien. Lina lo sabía. Janet debía de haber odiado a Johnnie por convertirla en una traidora, incluso cuando lo amaba. Pobre Janet, seguro que había sufrido. No habría podido ser una buena amante para Johnnie.

Pero Johnnie…

Se había propuesto conseguirla, por supuesto. Probablemente había estado intentándolo durante años. A Janet realmente le había caído mal y Johnnie no había soportado eso de una mujer. Había sido un desafío que se había visto obligado a aceptar. Johnnie el encantador, Johnnie el irresistible, Johnnie el sinvergüenza.

Sí, Johnnie era el villano de la historia de Janet.

Lina comenzó a llorar.

Ahora siempre lloraba cuando pensaba en Freda —la pequeña y engreída Freda, ¡cómo se

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